26 de junio de 2009

7-J: La consagración de UPyD


Quiero continuar con esta serie de análisis sobre las últimas elecciones de nuestro país con la mirada indiscreta hacia ese fenómeno político renovador que es UPyD. No es renovador en lo ideológico, puesto que su difuso programa apenas parece encontrar más nexos de unión que un centralismo cargado de vocabulario nacionalista hispánico. Para mí es renovador porque está introduciéndose poco a poco en la vida política de nuestro país, y ha comenzado un despegue del que, aun con los pocos elementos de análisis certero de que disponemos, parece ser sólido.

Así lo avala la gran capacidad de movilización del votante propio y el excelente crecimiento: Frente a los 300.000 votos que sacó en las Generales de 2008, y a pesar de un descenso de la participación de 30 puntos porcentuales, ha aumentado su caudal de votos en 180.000 en apenas un año de existencia.

¿Por qué tamaño éxito? Porque han sabido construir un discurso más o menos atractivo para, especialmente, descontentos con los partidos actuales y votantes de la esfera del centro-derecha, si bien es evidente que ha rascado parte del voto socialista. La demostración, lejos de ser absolutamente certera, se basa en una idea que llevo barajando cierto tiempo: La mayor cantidad de votos que obtiene UPyD salen de enclaves escorados a la derecha política y sociológica. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid. Y, dentro de ella, especialmente en zonas de renta elevada y en lugares en que la derecha campa a sus anchas. Esclarecedores son los apoyos que obtiene en municipios genuinamente de derechas, como Pozuelo de Alarcón (9'89% de los votos), Majadahonda(10'43%), Las Rozas (11'73%) o Boadilla (10'67%). Frente a estos abultados resultados, municipios del Cinturón Rojo como Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés o San Fernando de Henares no obtienen en ningún caso más del 6%.

Estos excelentes resultados en la Comunidad de Madrid, a pesar de las diferencias municipales, hacen de esta región un lugar fundamental para el despegue del partido, ya que, habida cuenta de nuestra legislación electoral, y pensando que estos votos recibidos con una participación en la CAM del 51% pueden incrementarse con una permanente campaña en la zona (los tres cargos institucionales del partido han de patearse Madrid si desean crecer), superan con creces lo necesario para obtener una sustancial representación en muy diferentes ayuntamientos (capital incluída) y en la Asamblea. Un campo de trabajo espectacular, habida cuenta de lo positivo para los pequeños partidos del tamaño electoral de la circunscripción madrileña, al menos en lo que a elecciones autonómicas y municipales se refiere (las elecciones generales son otro cantar).

Pero la dependencia de Madrid (que hace que analistas tan finos como Roger Senserrich o Geógrafo Subjetivo hablen de partido nacionalista madrileño) es, a la vez, una garantía de leve éxito pero una atadura: Los resultados en el resto de España se diluyen por el tamaño de la circunscripción electoral, lo que vetaría la entrada en parlamentos regionales como el de Castilla y León o el de la Comunidad Valenciana de no mejorar mucho los resultados, dadas las leyes electorales que rigen dichas elecciones. Además, y pensando en el discurso político de Rosa Díez, la soflama queda bien en el centro para el que se pide el pan y la sal, pero se va diluyendo conforme la distancia se incrementa. Así lo atestiguan los resultados en Andalucía (donde se encuentran un par de la circunscripciones donde algo se podría sacar), Galicia, País Vasco (a pesar del escaño de Álava), Extremadura, Canarias y, desde luego, Cataluña.

Además, y por si fuera poco, el comportamiento del voto en País Vasco y Galicia ha modificado su trayectoria sensiblemente en los diferentes procesos electorales: Si en España el voto ha crecido a pesar de la participación baja, en ambas comunidades ha obtenido mucho menos apoyo del que obtuvo en las recientes autonómicas: En Galicia, pasó de 9.776 votos en 2008 a 23.796 en las autonómicas, para descender a 14.019 votos el pasado día 7. Ello nos puede hacer pensar que puede que haya ciertas CCAA donde ya se han aproximado al techo electoral, al contrario de lo que ha ocurrido en Madrid.

¿Cuál es mi pronóstico? UPyD, de no morir de éxito durante estos dos años, puede convertirse en una poderosa fuerza electoral local en las dos Castillas, Madrid y diferentes ciudades españolas (buena parte de las capitales de provincia), e irrumpirá, seguro, con Grupo Parlamentario propio en la Asamblea de Madrid, y, con esfuerzo, en las Cortes Valencianas, así como en el Parlamento Andaluz y, con mucha suerte y esfuerzo, en las de Castilla y León por León o Valladolid. Siendo optimista, claro, y pensando que habrá posibilidad de encontrar buenos candidatos para la alcaldía de Madrid y la presidencia de la CAM.

Además, habrá que ver cómo consigue UPyD acercarse a partidos centristas e independientes poco definidos locales que moran en multitud de municipios, que pueden suponer una estructura básica fundamental y un aporte considerable de voto. Los Centristas de Majadahonda, Foro Ciudadano de Cáceres o BT en Badajoz son muestras de ello.

Pero UPyD se ha consagrado. Le costará expandirse en el Congreso de los Diputados a medio plazo, pero, si sabe seguir siendo un partido ideológicamente basado en la indefinición y en la crítica al Gobierno y que lanza mensajes claros a buena parte de la ciudadanía, podrá dotarse de una interesante plataforma territorial que le permita crecer a medio plazo. Aunque habrá que ver como aplica esa "regeneración democrática" a un partido que comienza a llenarse de cuadros políticos con sus ambiciones, sus intereses y, sobre todo, su disparidad de ideologías.

24 de junio de 2009

7-J: Breve análisis de los resultados


Ha pasado suficiente tiempo como para analizar en frío los resultados de las últimas elecciones que hemos vivido en nuestro país. Con ciertos matices, se cumplió buena parte de lo que comenté en el post anterior: Poca diferencia entre PP y PSOE, a favor del primero en 2 escaños, IU se mantiene y UPyD obtiene representación, quedándose bastante lejos del 2º escaño que, en algunos momentos de delirio, pensé que la fuerza política de Rosa Díez podría llegar a obtener. Los nacionalistas, como siempre, saben optimizar muy bien sus votantes, como vemos, al margen de la circunscripción. Menos del 50% de participación, una Eurocámara conservadora, y el euroescepticismo fluyendo por doquier.

La verdad es que, a nivel general, si alguna enseñanza podemos sacar del resultado de estas elecciones, al margen de los múltiples análisis que han podido leerse, es que unas elecciones son difícilmente comparables con otras de diferente. Y nada es mejor para demostrar esta afirmación que los datos empíricos:

En 1999, con Aznar en Moncloa y a las puertas de la debacle socialista que promovió la mayoría absoluta del PP, éste ganó las elecciones por sólo un 4% de los comicios. En 1994, con el PSOE en el Gobierno y toda una estrategia de crispación montada a nivel nacional, el PP las ganó por un 10%. En 2004, con un Zapatero recién llegado a la Moncloa, apenas ganó el PSOE por un 1'5% del total de votos. ¿Qué ocurrió después? En 1996, Aznar derrotó por la mínima a González. En 2000, Aznar obtuvo la mayoría absoluta en las Cortes Generales, y en 2008, Zapatero volvió a ganar a Mariano Rajoy con más votos que en 2004.

¿Por qué? Son elecciones diferentes, en escenarios diferentes, con circunscripciones diferentes y, sobre todo, con líderes muy diferentes. Los elementos en juego no tienen nada que ver, y es imposible, a priori, hallar una ley que, de una visión empírica, demuestren una interrelación entre elecciones al Parlamento Europeo, y elecciones a Cortes Generales y, especialmente, entre sus resultados. En estas elecciones, apenas ha habido llamada al voto útil, ha habido pocos trasvases (estamos a la espera de ver la encuesta del CIS) y hay circunscripción única. Por ello, el efecto socavón del PP en Cataluña apenas cuenta en cómputo de escaños. Curiosamente, el del PSOE en Madrid parece haberse frenado.

De hecho, creo que, más o menos, los líderes a examen se encuentran en la misma situación en la que se estaban antes del 7-J. Lara ha salvado los muebles al frenar la caída de IU. Rosa Díez ha obtenido representación y, a pesar de la caída de la participación, ha aumentado su masa de votantes en unos 180.000. Zapatero ha perdido dignamente las elecciones más difíciles a las que se enfrentaba y Rajoy ha sido capaz de sobrevivir a lo que podía haber sido su última noche como líder en Génova 13, ganando las elecciones y enviando a algunos incómodos a la Eurocámara.

En todo caso, parece claro que el hecho de que en unas elecciones en las que vota menos del 50% del censo, que importan poco a la ciudadanía y en la coyuntura actual, el desgaste del gobierno es, cuando más, moderado. Porque, hecho y publicado el recuento definitivo ya, el PP aventaja al PSOE en apenas 530.000 votos, diferencia notable en otras circunstancias electorales, pero poco relevantes cuando en Andalucía vota el 42% y en Cataluña el 37'5%.

Dado el alto índice de movilización electoral en las Elecciones Generales por la importancia con que la perciben los ciudadanos, y habida cuenta de la antesala electoral que supondrá (salvo que se adelanten mucho las próximas elecciones, algo que no es en absoluto descartable) el 22 ó el 29 de Mayo de 2011 (tengo dudas sobre el día), nada está cerrado, y nada está perdido. El PP no ha despegado, el PSOE no ha caído demasiado, y, quizá, los brotes verdes mejoren el panorama de aquí a un tiempo. Extrapolar resultados no es sensato, sí interpretarlos. Y de ahí que seamos capaces de ver que, por mucho que algunos celebres actos y demás fastos para vanagloriarse de unas mínimas victorias, la partida apenas se ha movido.

6 de junio de 2009

7-J: Impresiones previas.

Este post no es como otros muchos que se han escrito sobre las Elecciones Europeas. No va a ser un post propagandístico, sino todo lo contrario: Aburrido, como casi todos los que escribo, si bien comenzaré por explicar mi voto. Sólo lo publico porque quiero señalar una serie de variables que considero muy interesantes en las elecciones que mañana afrontamos todos los españoles mayores de 18 años y otros ciudadanos con derecho de sufragio activo: Las Elecciones al Parlamento Europeo.

Mañana, día de mis terceras elecciones como votante, depositaré en la urna la papeleta encabezada por Juan Fernando López Aguilar, candidato del PSOE a las elecciones europeas y, por el bien de la Unión, espero que futuro Comisario de Libertades Públicas y Democracia. Votaré con todas mis fuerzas al PSOE porque creo en una Europa de tintes más federalistas, que profundice en el desarrollo de espacios de Seguridad, Justicia y Libertades, que garantice y revise el modelo social del que disfrutamos para que pueda seguir vigente y, sobre todo, que luche contra el nuevo nacionalismo cateto y conservador que gana fuerza en diversos estados miembros. Ah! También porque espero que los eurodiputados socialistas que tomen posesión en los próximos días propongan un nuevo candidato para presidir la Comisión y manden a mi país vecino al servil Durao Barroso.

La primera de mis impresiones circula en torno al tipo de circunscripción electoral de esta convocatoria: Única a nivel nacional. Curiosamente, la que mejor garatiza la representación directa del conjunto de los ciudadanos, sin la corrección que supone la circunscripción provincial, que barre con muchos votos de muchos ciudadanos. Mañana votaremos las mismas listas de 54 candidatos de los diferentes partidos en Álava, en Cádiz, en Huesca y en Badajoz,sin que nada varíe. Ello hace que, a priori, las opciones políticas minoritarias se vean favorecidas: Porque,por mucho que digan los que no entienden nuestra fórmula electoral, el problema es el tamaño de la circunscripción y, por supuesto, el número de votos obtenido. Se trata de una circunscripción que frustra a las fuerzas regionales, que han de ir en coalición para optar a tener representación, y que favorece, en especial, a esas fuerzas de carácter nacional que están muy por debajo en voto de PSOE y PP. Especialmente UPyD e IU. Cabe decir que es el tipo de circunscripción que más me gustaría para las Elecciones Generales, que se supone eligen las Cámaras que representan la soberanía popular en su conjunto, sin compartimentar.

La primera variable, que debería resultar muy atractiva para los terceros partidos nacionales, consigue contrapesarse por la baja participación que se asocia a estos comicios. Ello no es más, desde mi punto de vista, que el hecho de malas campañas y falta de información. Porque es complejo explicar a las personas, que normalmente votan para elegir a alguien y no a un grupo de representantes, que lo que ahora van a hacer es elegir un Parlamento que no saben muy bien qué hace ni qué elige y, sobre todo, qué consecuencias prácticas tiene en su vida diaria. Pensemos en las restantes elecciones de nuestro país: Los votantes eligen un alcalde, un presidente en su comunidad autónoma y un presidente del Gobierno. ¿Y en estas? ¿Alguien que no sea un freak de la política, del Derecho Comunitario o de ambas a la vez (como es mi caso) lo sabe? Se genera un efecto de inutilidad del voto, por así decirlo. Votas algo español para no se sabe qué. Si se eligiese un presidente de la UE, visible y reconocido por los partidos a escala europea (eso que no existe), otro gallo cantaría.


En tercer lugar, cabe destacar la horrenda manipulación de PP y PSOE, que hacen de una campaña europea un debate nacional cuyos efectos no son más que desmoralizantes para quienes lo ven. Porque el PP las ha planteado como una moción de censura a Zapatero (como si la composición del Congreso de los Diputados variase algo tras este 7-J), y el PSOE ha pensado que la mejor respuesta era contratacar y movilizar su electorado con temas que, por muy agradables o estimulantes que sean, no tenían nada que ver con la UE. Buena parte del electorado votará para que no gane el PP y otros para castigar al Gobierno.

¿Cuáles son los resultados de estas características previas?

1- Que ningún partido tiene una ventaja electoral clara, y mañana puede pasar cualquier cosa. En cualquier caso, apuesto por un empate técnico entre PP y PSOE (22-22 escaño arriba o abajo), y poco para los minoritarios (uno para UPyD y espero 2 para IU), cuya esperanza para colocar más gente en la Cámara será que Irlanda retifique pronto el Tratado de Lisboa(y nos correspondan 4 eurodiputados más). Resulta muy significativo que el PP, con la que está cayendo, no le lleve al PSOE 10 puntos en intención de voto directo.

2- Una participación baja, menos del 50%, por mareo, hastío y despreocupación. Porque la gente normal es gente normal, no tonta. Ello afectará, especialmente a los minoritarios. Rajoy, Lara, Zapatero y Díez tienen un examen, ordenados de mayor a menor importancia.

3- Una Eurocámara con exigua mayoría conservadora, dado el talante de parte de los conservadores de según qué miembros, que apuestan por un nuevo grupo "antifederalista".

4-Un crecimiento exponencial del antieuropeísmo (más pasota que militante) en un momento en que España no recibe tantas ayudas como antes por el reciente ingreso de países muy pobres, la crisis económica continúa y el paro decrece ma non troppo.

Luego podremos analizar datos concretos. Considero muy relevantes los datos de participación en Madrid, Andalucía, Valencia y Galicia. Avanzo que procuraré hacer cuatro análisis diferentes: Composición de la Eurocámara, política nacional, Extremadura y Badajoz (si los exámenes me lo permiten).