Se han hecho unas infraestructuras magníficas en la región. Una red de teatros y unos espacios para seguir creando que, como "artista"(palabra que, a pesar de todo, me viene grande), siempre me han resultado excelentes, aún con inconvenientes de última hora. Pero no sólo nos sirven las infraestructuras. Más allá del espacio físico está el espacio mental, que es el verdadero campo del arte. Y ahí es donde las administraciones que trabajan con la cultura deben ahondar más aún sus esfuerzos: Patrocinando y aportando fondos a estas personas creativas, para que puedan hacerlo sin problemas. Esa es para mí la mejor política cultural posible: Una política que, aportando infraestructuras, dé la suficiente holgura y libertad a los artistas para que ellos puedan desallorar su profundo trabajo intelectual (eso nos contaban Leonardo y otros hace ya siglos). Una vez desarrollado ese trabajo, el espacio puede ser desde la mejor sala hasta un rinconcito cualquier de una ciudad... Y no doy más pistas. Lo único que sé es que merecemos más en una ciudad como esta. Y aquí no todos se remagan y colaboran.
Me preguntaron por la Semana Santa... Con cierta sorna, claro. Cabe decir que no esperaban una respuesta como la que di. Lo que dije fue lo siguiente: "La Semana Santa es un hecho cultural devoto de relevancia en nuestra ciudad, por lo que, al margen de mis creencias, debe ser apoyado y respetado. El Hip-Hop es cultura, la música coral lo es, esto también, me guste más o menos. No obstante, creo que al margen de estas consideraciones hay un hecho indiscutible: La Semana Santa mueve muchas personas en Badajoz, y ello mueve dinero para los comerciantes y hosteleros del Casco Antiguo especialemente. Y eso, sin duda, es bueno para la ciudad. Lo siento, pero no soy sectario en materia cultural".
Ser socialista no es ser anticlerical. Tampoco es respetar las manifestaciones culturales, me gusten más, o menos.
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