Los políticos se hacen necesarios en una sociedad tan compleja como la de Extremadura en los tiempos que corren siempre que sean capaces de resolver los problemas que nos rodean. A pesar de lo evidente de la anterior afirmación, la necesidad de los políticos es algo que deberíamos exigir y pedir reiteradamente, para evitar inoperancias, y teniendo muy claro que si no consiguen solucionarnos los problemas, no son necesarios, y el sistema debe cambiar.
Para que un político, máximo responsable de un conjunto de órganos administrativos que deben encargarse de gestionar el espacio público que todos compartimos, sea necesario, tiene que tener, entre otras virtudes y habilidades, una certera y evidente: Valentía. O dicho de otro modo, debe saber agarrar el toro por los cuernos. Esa cualidad "torera", unida a unas especiales capacidades de empatía y de diálogo, son las que hacen que estos políticos, hombres y mujeres de nuestra res publica, sean capaces de llevar la sociedad adelante, y, por tanto, como decía antes, sean realmente necesarios. Porque lo que está claro es que la sociedad debe avanzar, en un sentido o en otro, desde una tendencia ideológica u otra, hacia un mayor bienestar social, hacia la felicidad (entendida esta desde una felicidad inicial objetiva) de la totalidad de los miembros que la componen.
Y he aquí que en Extremadura últimamente vemos ejemplos como estos: La alcaldesa de Cáceres quiere acometer la "problemática" del ocio juvenil desde una actitud valiente, abogando por descentralizar aquellas cuestiones que pueden ayudar a armonizar los intereses comunes de ese sector juvenil con el resto de la sociedad. La mayoría de las respuestas a tal idea, desde las de la mayoría de los ayuntamientos englobados en la Conferencia de Ciudades hasta la del propio ejecutivo autonómico, son sinceras y coherentes con esa actitud de valentía: Hay que hablar del tema, estudiarlo, gestionarlo e intentar contribuir a las soluciones. Las asociaciones juveniles aplauden la iniciativa, en su mayoría, claro.
Pero, como es evidente, nunca llueve a gusto de todos y no todos son capaces de entender la cuestión, unos por oportunismo político, otros por falta de luces. El ayuntamiento de Badajoz, una vez más, se encuentra míope políticamente y se niega a aceptar la posible transferencia de competencias en materia de juventud, excusándose en la falta de recursos para ello y en el siempre recurrente y agorero "hay otros problemas". Siempre recurriendo a los mismos temas. ¿Por qué, entonces, tienen una concejalía de juventud? ¿Por qué, entonces, otras ciudades tienen institutos de la Juventud y gestionan ocio juvenil de una manera bastante buena? El señor Monago sabrá. Lo que algunos jóvenes dicen, en la misma línea me parece igual de estúpido: El oportunismo del "si gobiernan los míos sí, si no, no" me parece irreflexivo y perjudicial.
La falta de valentía, de empatía o de capacidad de diálogo, unidas al oportunismo político y al conocimiento de saberse el único baluarte con el que atacar las propuestas de la Junta, impedirá, una vez más, que las problemáticas de la ciudad de Badajoz sean afrontadas con la dignidad y el empaque que deberían.
Lo curioso es que los jóvenes populares que critican la inicitiva, en breves perlas como esta, luego son los primeros en ir de botellón, reduciendo toda la problemática a esto, en puro ejercicio de infantilismo.
31 de agosto de 2007
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2 comentarios:
lo vergonzoso de todo esto es lo de pacense samuel haciendo de celestina de un supuesto candidato a presidente de las juventudes sociolistas. como haga de celestina política igual que se ha dedicado a insultar en badajoz, abrá que apretarse los machos
Yo creo que los políticos son necesarios en todo caso. Punto.
En el caso de cáceres se hace evidentísima esa afirmación dado que durante los últimos años ha habido un gobierno municipal dedicado a ganar elecciones, no lo han conseguido la última vez (y yo me alegro) y, aunque sea penoso hablar así, cualquiera puede hacerlo mejor. En el país de los ciegos el tuerto es rey, pues sí. Que el tuerto sea capaz ya se verá pero que sólo porque el ciego no ve nada ya le tiene esa ventaja.
Cáceres es, además de una ciudad de censados, una ciudad. Que además quiere ser capitalidad europea de la cultura en 2016. No sería mal comienzo ser una ciudad cultural a secas. Y la Universidad me parece esencial, la Universidad y los universitarios. Pero los universitarios vienen a Cáceres si les gusta la ciudad y el ocio de la ciudad. Ya está. Universidades hay más (si mejores o no no es ahora la cuestión).
Eso de momento.
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