3 de agosto de 2007

Navarra, Navarra...

Cada vez entender lo de Navarra resulta más complicado, y más a tan poquito tiempo de que el Parlamento de Navarra elija a Miguel Sanz como presidente de la Comunidad Foral. O no, que nunca se sabe, tal y como están las cosas.

En primer lugar, cabe decir que como socialista, estoy muy de acuerdo con la posición adoptada por la Comisión Ejecutiva Federal, que, sabiamente, y a pesar de lo acontecido en Canarias (que es un caso para analizar fríamente), ha sabido medir los supuestos "aires de cambio" y "desalojos a UPN" que, según algunos políticos navarros, el electorado ha provocado, y van a ejercer de oposición ( con la responsabilidad y la obligación moral de ser duros e implcables a la vez que constructivos y servidores de la ciudadanía) a un nuevo gobierno de Sanz, al que le deseo suerte... Porque hay que saber calibrar resultados, y ser conscientes de que el PSOE es, ante todo, un partido nacional con unos intereses nacionales y unos compromisos con los españoles, que no se reducen a una suma de conglomerados autonómicos.

Analizando, vemos como UPN tiene 22 parlamentarios sobre un total de 50, y un 42.2% de los votos totales, con lo que pierde un parlamentario foral con respeto a la anterior legislatura. La coalición Na-Bai tiene 12 parlamentarios, con un 23.7% de los votos, con lo que obtiene 4 parlamentarios forales más que la representación hermana (que serían los grupos de EAJ-PNV y Aralar) de la anterior legislatura, y el PSN-PSOE tiene otros 12 parlamentarios con el 22.4%, uno más que la anterior legislatura, de lo que podemos deducir que, en parte, puede ser cierto que la ciudadanía navarra ha aportado con su voto (en un porcentaje alto, algo más del 75% de participación) una cierta idea de cambio, teniendo en cuenta que UPN se aleja de la mayoría absoluta y otras dos fuerzas políticas se acercan más. Para mí, la pérdida de apoyo relativa del partido de gobierno y la subida de las fuerzas opositoras sería una razón más que suficiente para desbancar a UPN del gobierno, pero sólo con una condición: Que esas fuerzas fueran ideológicamente hermanas y que llegaran a unos acuerdos programáticos dinámicos y eficaces (tal y como ha sucedido en muchos ayuntamientos a partir del 27-M, en que pactos entre PSOE e IU).

Sin embargo, hay que tener en cuenta otros dos factores: El primero, que hay un tercer factor en discordia: IU de Navarra, partido hermano de EB, que en Euskadi no está metido precisamente en un gobierno que podamos considerar de izquierdas. Y el segundo: Na-Bai está formada por cuatro partidos de ideologías y orientaciones políticas dispares que tiene como común denominador la "vasquización" de Navarra (a la que yo no le tengo demasiado miedo), a saber PNV, Aralar, Batzarre y EA. Esos factores, que hacían mucho más difícil un pacto estable (a mi juicio, y parece ser que al de parte de la Federal también), al final, han acabado imposibilitando un gobierno "de izquierdas" (primer punto dudoso) y de cambio en Navarra por falta de acuerdo programático. Y es que es un cóctel peligroso formar un gobierno de coalición presidido por la segunda de las dos fuerzas cuando el panorama ideológico no es favorable y no se llegan a acuerdos programáticos.

Me sitúo así en la línea de los socialistas que creemos que hay que poner los intereses generales por encima de los particulares, y por desalojar al PP del poder no hay que hacer cualquier cosa, por mucho que ellos sí lo hagan (véase el caso de Canarias). Quizá es porque provengo de una comunidad autónoma donde el PP jamás ha podido con gobiernos estables, sólidos y coherentes, o porque entiendo que el "se vale todo" no es un buen estilo en política. Y menos a pocos meses de unas elecciones generales que se preveen bastante reñidas.

¿Y qué gana el PSOE con esto? Además de los enfados del nacionalismo vasco, del PSN (con dimisión de Puras incluída) y de otros sectores de Navarra, gana, en primer lugar, una excelente plaza de oposición desde donde puede apretar las tuercas como quiera al nuevo gobierno navarro, y desde donde puede tomar la iniciativa política en todo momento ante un Sanz en minoría relativa (aun con el apoyo de CDN). Pero además gana un respiro ante un PP que no ha dudado en mezclar la idea de la rotura de España con la idea del terrorismo etarra para defenestrar previamente un gobierno PSN-NaBai, quitándole así al últimamente silencioso Acebes y a su cohorte un arma arrojadiza que azotaba al propio Zapatero donde más le dolía (en lugares donde el nacionalismo españolista y el centralismo son más que evidentes, como Madrid) de cara a unas elecciones que, finalmente, parece que no serán adelantadas.

Para la dirección federal, perder Navarra era, en el fondo, un mal menor, dado que el verdadero problema del PSOE es, ahora mismo, un problema de comunicación y de no saber sobreponerse al ruido del PP y sus medios afines. Por ello, al quitarse la credibilidad del argumento, le mete un tanto al PP y gana un respiro que vendrá muy bien.


A pesar de todo, creo que, tras la resolución del problema de Madrid, Valencia y Navarra necesitan de un nuevo liderazgo orgánico que resuelva los problemas y sea capaz de comunicar eficazmente al exterior. Porque si hay algo claro es que la campaña para las Generales de 2008 ya ha empezado, los partidos van moviéndose y haciendo gestos, y, como dice González, el PP no durará en dar lo mejor/peor de sí mismo en los medios. ¿Después de las Generales? Dios dirá.

PD: Sobre Baleares, en donde aparentemente ha ocurrido algo similar a lo que critico, tengo otras teorías, tanto políticas como históricas.

2 comentarios:

Pepe dijo...

Alucinante que hables de Canarias. Si algun partido se caracteriza por pactar con el diablo para gobernar es el PSOE, y más desde la llegada de Zapatero. Con quien sea, como sea y cuando sea. Cediendo la presidencia a un partido con el 15% de los votos (Cantabria), pactando con independentistas sin ser siquiera el partido más votado (Cataluña), pactando con 6 partidos tan dispares (Baleares), pactando con nacionalistas independentistas (Galicia)... Es obvio que se te ve el plumero, pero en serio, al menos ten un poquito de dignidad y no mientas tan descaradamente.

José Antonio Gil Celedonio dijo...

Me parece bien que critiques cosas del PSOE. Me parece digno, quizá porque soy demócrata y no se me llena la boca hablando de cosas que doy por sentadas que todos tenemos.

Los pactos en democracia son lícitos, legítimos y caracterizan los sistemas parlamentarios. Es más: Todas las alianzas del PSOE son con partidos legales, nacidos en el seno de la constitución. Mejores o peores, más a nuestro gusto o menos, pero votados y apoyados por parte de la ciudadanía.

¿Cuál es la diferencia entre el PP y el PSOE? Que al PSOE no se pasa la vida diciendo que debe gobernar el más votado para hacer justo lo contrario. Porque tú mismo subrayas que el PSOE gobierna sin ser más votado, criticándolo... Como el PP y CC en Canarias.

Cuestión de coherencia, no de gustos.