El próximo día 1 de Abril, a las 10 horas (tal y como lo marca el Real Decreto 33/2008, de 14 de enero, que disolvió las Cortes Generales) se constituirán las nuevas cámaras, que "ordenarán" la vida política e institucional de nuestro Estado durante esta IX legislatura que se nos avecina. A pesar de que los medios están pendientes de lo que ocurre en nuestra Cámara Baja (debido a la importancia que tiene el Congreso en nuestro bicameralismo imperfecto), creo que para los extremeños es muy interesante también observar lo que ocurre en la Cámara Alta, en el Senado.
Ateniéndonos a la preceptuado en el título III de la Constitución, en su 69.5 y en nuestro Estatuto de Autonomía (concretamente en el artículo 19.2.e), a Extremadura le corresponden 10 senadores: ocho elegidos directamente (el pasado día 9), cuatro por provincia, y dos más desginados por la Asamblea autonómica. Hasta aquí, sin ningún problema.
Pero la situación se ha tornado de tal manera que uno de los senadores designados, Carlos Floriano, ha sido elegido como diputado por la circunscripción de Cáceres, por lo que ha de abandonar su responsabilidad como miembro de la Cámara Alta, en cumplimiento del precepto constitucional correspondiente que impide simultanear cargos. Al no iniciar este señor, a la sazón lider del PP extremeño, el trámite correspondiente en la Asamblea de Extremadura, a los extremeños se nos ha hurtado un senador para la próxima sesión de investidura. Él, para variar, comenta en prensa que es culpa del PSOE, que se ha negado, en su rodillo mayoritario, a celebrar un pleno, insinuando que hay gente con el rostro muy duro.
Y yo creo que el rostro duro es de su grupo parlamentario, en general, y de él, como presidente del mismo, en particular. Porque mienten a sabiendas de lo preceptuado en el Reglamento de la Asamblea de Extremadura. Atiéndonos al art. 174.4 de tal norma, corresponde al Grupo Parlamentario del senador a sustituir proponer su sucesor, que deberá ser ratificado en pleno convocado a tal efecto. El PP designará el sucesor de Floriano el martes, mismo día de la constitución del Senado. Si de verdad les interesase algo más que sus líos internos, habrían hecho como el PP valenciano, que presto definió a sus candidatos, o el andaluz, que hizo exactamente lo mismo. O, ya que estamos, como el PSOE gallego o madrileño.
¿Quién hurta el senador a la ciudadanía?
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