14 de septiembre de 2008

Y Alperi se fue.

Me gusta mucho fijarme en los movimientos (tanto los electorales como todos los demás) que suceden en España en los niveles autonómicos y locales. Este último, desde que en el año 1995 se invirtió la tendencia mayoritaria en las grandes ciudades y las capitales de provincias, nos muestra tendencias y actitudes electorales y políticas de muy diferente calado, que pueden ayudarnos tanto a hacernos una idea de posibles proyecciones electorales temporales como a analizar la vida política y sus cambios en un lugar determinado. Especialmente cuando el análisis de las localidades correspondientes pueden ser similares a las de mi ciudad de origen, Badajoz, o a mi actual ciudad, Cáceres.

Luis Díaz Alperi es uno de esos alcaldes que heredaron la alcaldía de su ciudad como consecuencia de lo que ocurría en el año 1995 a nivel nacional e internacional, como tantos otros. Ha ganado, como tantos otros, las últimas 4 elecciones locales con mayoría absoluta sin demasiado esfuerzo. Es un hombre de más de 60 años, como tantos otros. Ninguna novedad. La noticia es que ha dimitido durante la pasada semana.

No soy de Alicante, sólo la conozco de un par de veraneos hace muchos años. Dado que no hay apenas razones de la dimisión en la prensa, he consultado los datos electorales de las últimas convocatorias, y he obtenido como resultado lo que se refleja en el cuadro:


Podemos apuntar varias tendencias:

Situándonos como punto inicial en el año 1995, en que la mayoría de que disfrutaba el PSOE de dicha ciudad pasó a convertirse en una mayoría absoluta del PP con una alta participación, muy superior a la media de las cuatro convocatorias (en torno a 10 puntos porcentuales por encima), el contexto que podemos observar en 1999, con una participación electoral muy baja, es una pérdida generalizada de votos en los tres partidos representados. Alperi mantuvo su mayoría absoluta, con menos margen que antes. El PSOE sufrío las pérdidas de menor cuantía de los tres partidos, por lo que la distancia en términos porcentuales se redujo entre PSOE y PP. Cabe recordar el contexto nacional: Un PSOE con un candidato electoral dimitido, un PP muy fuerte por su imagen moderada y su buena gestión económica, favorecida por unos buenos niveles de ayudas europeas y un buen ciclo económico internacional.

2003 es la siguiente fecha a tener en cuenta. Una mayor participación, con un cuerpo electoral más numeroso, hacen que los tres partido crezcan en voto. Sin embargo, vemos crecimientos muy diferentes: El PP sigue por debajo de su techo máximo de votantes, conseguido en 1995. IU (en su vertiente valenciana, no recuerdo el nombre que tenía en aquel momento) apenas crece, y el PSOE no sólo recorta lo perdido en 1999 sino que supera lo obtenido en 1995. Aún así, Alperi sigue manteniendo su mayoría absoluta, menor también. El contexto nacional es diferente: Un PP con mayoría absoluta pero con dificultades sociales, un PSOE más consolidado.

2007 es la siguiente convocatoria. Con un poco menos de participación que en 2003, el PP vuelve a perder votos, situándose en su punto más bajo desde 1995. Más participación que en 1999, pero menos votos. El PSOE crece una cantidad considerable de votos, e IU, por encontrarse debajo del umbral electoral del 5% que marca la ley, pierde su representación. Alperi mantiene la mayoría absoluta, pero situado a un concejal del grupo socialista, a tres puntos porcentuales del siguiente partido, con una candidata joven como contrincante: Etelvina Andreu.

Es evidente que Alperi, un ganador, se va con cuatro victorias y miedo a perder, ya que su caída en apoyo popular contrasta con los resultados de Camps en la comunidad, o con el mantenimiento del apoyo a Rita Barberá. Hay que tener en cuenta otros factores, como las causas abiertas contra la corporación municipal por cuestiones urbanísticas, o las luchas internas de un PP que, aunque más tapado que anteriormente, sigue en sucesión. Y es que es más que evidente que, con menos participación, buena parte de la pérdida del voto de Alperi ha sido de electores suyos que no han decidido apoyarle esta vez y se han abstenido. Las ganancias del PSOE pueden venir tanto de nuevos votantes, electores ocasionales del PP decepcionados y votantes de IU.

Por esto siempre digo que las cosas no están tan mal en la Comunidad Valenciana.

Hay muchos paralelismos con Badajoz, si bien menos de los que yo quisiera. Los socialistas de nuestra ciudad debemos tomar nota, preguntar, investigar y transladar lo que allí ha hecho que el PSOE crezca elección tras elección desde 1999, e intentarlo aquí. Porque ambos candidatos populares son parecidos, y una dimisión a tiempo, que nos pille desprevenidos, puede hacer que el sucesor o sucesora pierda (como en Orense o Alcobendas) o se consolide (como en Santander).

PD: Perdón por la cutrez del gráfico, los exámenes tienen la culpa.

1 comentario:

Paco Centeno dijo...

No veo todas las similitudes, aunque las ganas que tenemos de que Badajoz cambie nos lleva a creer en ese gráfico. Pero no basta con creer. Estamos manos a la obra y puede que salga bien.
Otra cosa es la posibilidad de dimisión de Celdrán, yo no la descartaría. Y su delfín no es Celdrán para los pacenses, ¿no crees?.
Gracias por tu comentario acerca de ese anónimo que trata de crear dudas, sólo decirte que no tienes que pedir perdón por participar en mi blog y menos con la elegancia con la que lo haces.
Un abrazo y sigue estudiando