6 de agosto de 2006

En la oposición hace mucho frío




En la oposición hace mucho frío. Y como hace tanto frío, un PP que tirita por los cuatros costados se ve obligado a calentarse como puede... A golpes, por no decir otro calificativo peor. Lo estamos viendo a diario en este país nuestro: Los diferentes sectores del PP se atizan verbal e ideológicamente, ofreciendo al espectador un dantesco espectáculo de lucha grande y libre, una lucha en la que todo vale con tal de obtener más rédito personal dentro del estrecho margen del espectro político al que ha quedado confinado dicho partido.

Y son varios los temas que se lanzan los unos a los otros, aunque, sin duda alguna, el más curioso y mediáticamente rentable es el de los matrimonios homosexuales. Si ya sabíamos de la espeluznante doble moral del PP en estas cuestiones,ahora resulta que Ruiz Gallardón, una de las cabezas visibles del movimiento más "liberal" dentro del PP, casa a dos afiliados en pleno Ayuntamiento de Madrid, haciendo caso omiso a la norma marcada desde Génova, por un lado, y haciendo como si no fuese uno de los cargos públicos de referencia de un partido que, a día de hoy, tiene interpuesto un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal del ramo. En dicha boda, como curiosidad, aparece la siempre vivaz y pizpireta Celia Villalobos, ya sancionada por su partido en alguna otra ocasión por defender la igualdad, y suelta su maravillosa perla medio en broma, medio en serio, al ver a Gallardón: "Hombre, aquí estamos los excomulgados del PP".

Inmediatamente salen en rueda de prensa los perros de presa del sector de Acebes, acusando a Gallardón de incoherente y de poco cumplidor con la ortodoxia del partido. ¿Contestación? Sí, rápida y eficaz: Una denuncia judicial. Mientras, José Blanco y Diego López Garrido se frotan las manos y piden la opinión del presidente popular (que últimamente ostenta el cargo pero no ejerce). ¿Qué pensará nuestro querido Mariano?¿Rememorará épocas de juventud en su Pontevedra natal?

Pero ahí no acaba la historia: Para colmo de males, Rouco Varela sale a escena y, olvidando una vez más la no interferencia del poder eclesiástico en el cumplimiento de la ley civil, regaña a Gallardón por anteponer la ley a la obligación de todo católico de obedecer la doctrina de la iglesia. Otro que rememora épocas de juventud, esas en las que la ley y la doctrina canónica iban de la mano.

Y lo mejor de todo: Estas curiosas puñaladas que aparecen a la vez que el último sondeo de opinión del INJUVE, que muestra la excelente aceptación que ha tenido la normalización entre la población joven del país, fácilmente extensible al conjunto de la población.

La lucha fratricida por el poder ha comenzado, al igual que la precampaña. Pero lo peor está por venir. No sabemos cuando acabará este sin fin de desvaríos e incoherencias dentro del PP, pero sí sabemos cuando empezará la fase crítica: El lunes 29 de Mayo de 2007, un día después de los próximos comicios.

PD: YO NO FELICITO A LOS NOVIOS. Me parece una incoherencia tremenda militar en un partido que fabrica ciudadanos de primera y de segunda, y luego aprovecharse de la ley sobre la cual votaste en contra.

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