25 de noviembre de 2006

Y por fin...



No quería volver a hablar de las ya casi olvidadas elecciones del 1-N. No hasta que José Montilla no fuese investido como president de la Generalitat de Cataluña. Y así ha sido hace relativamente pocas horas. Y es que he preferido esperar para volver a los análisis, ya que, aún sabiendo que el nuevo gobierno catalán estaba cerrado, desde las andanzas de Tamayo&Sáez S.L. es mejor ser muy precavido.

Después de reflexionar sobre la participación en otro post, quizá ahora llega el turno de pensar en esos 70 votos de 135 con los cuales Montilla, el charnego y bachiller, ha sido elegido. Uno votos que, en peso ponderado, no responden a su verdadera naturaleza, por las cuestiones de abstención ya mencionada anteriormente, al igual que tampoco me parece real el incremento de escaños de CIU, pero ese es otro tema.

Está claro que, a pesar de todo, el gran perdedor de estas elecciones no ha sido exclusivamente Montilla(a pesar de todo ahora le toca gobernar), sino también Mas, que no ha sido capaz de aprovechar la baza que se le ofrecía, quizá porque, aún con todo, no acaba de calar en la mayoría de la población. Pero Montilla es el que se lleva la palma de los dos. Montilla no ha sabido movilizar a su tradicional electorado, a ese electorado que hizo ganar en votos a Maragall en dos ocasiones. Se diferencia demasiado de este, en buena parte por el rotundo fracaso político(que no de gestión, ya que en Cataluña se han hecho muchas cosas en estos tres años) de su iniciativa, el Tripartito, que ahora se repite con otro nombre, y con supuestamente menos protagonismo del verdadero agujero de votos para la izquierda catalana, que no es otro que Carod-Rovira, un señor que no ha sido capaz de conciliar la realidad que supone gobernar con la imaginería y el barroquismo casi folklórico de su discurso ultranacionalista (que a mí no me gusta, al igual que no me gusta el ultranacionalismo rancio del PP). Cuando uno forma una coalición debe ser fiel a los principios de la misma (suponiendo que hubiera más principios políticos que no pactar con el PP), y salir del guión lo menos posible.

Y parece que si Montilla es president, aún habiendo perdido votos y escaños, el vicepresidente de este gobierno de Entesa es Carod, que no es precisamente muy bien mirado desde Ferraz. ERC, aún habiéndose reforzado en el gobierno (al menos nominalmente), también pierde, aunque menos de lo que se esperaba, y mucho menos aún de lo que muchos querían. Y es algo difícil de comprender, puesto que es complejo de tragar que, a estas alturas de siglo, uno pueda ser un cargo u otro según su lugar de nacimiento, o eso nos cuentan algunos de ERC.

Muchos dicen que los ganadores han sido ICV, que han subido bastante en votos, o el nuevo partido de Albert Rivera, ex afiliado y apoderado del PP, que ha conseguido 3 escaños (un fantástico comienzo debo reconocer). Pero yo no estoy de acuerdo. El auténtico ganador ha sido el PPA.

¿Qué es el PPA? El Partido Popular Auténtico, encabezado por Acebes y Aguirre, con Aznar en la sombra. Y me explico: Han ganado porque, por un lado, tienen un nuevo tripartito con el que acusar a Zapatero de andar vendido a los nacionalistas, y, por otro, Piqué, miembro de ese PP moderado, ha perdido 80.000 votos y un escaño, lo que ayuda en mucho a desmantelar poco a poco el alma centrada (que no centrista) del PP.

Para el PSOE, sin duda, la coyuntura era difícil: Permitir gobernar a Mas, permitiendo que se haga conocido y que aplique su programa en Cataluña, devolviendo así a Cataluña un ciclo de CIU que muchos consideran natural (y de paso asegurarse el apoyo de los 10 diputados de CIU para el resto de legislatura), o pactar con Carod y Saura para que Montilla llegue a gobernar, pueda realizar su programa, hacerse conocido y motivar desde la gestión y el poder a su electorado tradicional de cara a futuros comicios.

Parece ser que han elegido esta última. Espero que te vaya bien, Montilla, y, sobre todo, que recuerdes ese lema de “Ningú no fará més pels catalans”.

4 comentarios:

Euphorbia dijo...

Tras el discurso de investidura de Montilla se abre, creo yo un buen camino. Lo que muchos han criticado como aburrido y soso me pareció muy centrado y con ideas claras. Mejor un gestor aburrido que un orador inoperante.

Esther del Campo dijo...

Estaba haciendo yo un artículo de opinión sobre el mismo tema para la universidad, y me he topado con tu post. La verdad que es un tema que da muchísimo de sí, aunque no estoy de acuerdo contigo en algunos puntos de tu escrito:
1.- La abstención ha afectado a todos los partidos por igual, tú mismo lo comentabas en otro post. Sí, quizá sí más al PSC, abstencionistas por naturaleza, pero sí están justificados el incremento de escaños de CiU, todas las encuestas lo reflejaban y porque CiU siempre ha ganado en todas las comarcas, menos en las barcelonesas, feudos socialistas. Además, parte de esta elevadísima abstención se ha dado por la desilusión de los catalanes por la política, que aumenta por momentos, ya que el gobierno que se constituirá en los próximos días no es la decisión del pueblo. Si se hubiese presentado una coalición de los tres partidos que forman el Tripartito, no hubieran obtenido la mayoría (véase encuestas de El Periódico y La Vanguardia). No todos están de acuerdo con el pacto de las izquierdas, ni los mismos votantes del PSC, aunque una sociovergencia o un "ciusialisme" no se hubiera entendido.

2.- En unas elecciones, nunca, nunca, nunca nadie pierde. Montilla ha sido investido presidente, pero hay que reconocer que Mas ganó por más de 100000 votos, aunque se tiene que respetar que el nuestro es un sistema parlamentario, no presidencialista. Todos han ganado, ERC han sido los que más han perdido, pero los ecosocialistas, que han subido bastante gracias a quienes no han votado al PSC y ICV,son los que se creen los ganadores. Más me preocupan los tres escaños de Ciutadans, que no se han definido aún totalmente, aunque sabiendo que Rivera era de las Nuevas Generaciones...

3.- Nadie ha movilizado a nadie. El arriesgado DVD de CiU fue jugarselo a todo o nada, pero Montilla no es lo que se entiende por presidente de una nación como Catalunya, pasamos de un nieto de un gran poeta a la prosa de la gestión que en sus discursos no queda muy bien parado. Atención, yo también puedo ser "charnega" (mi abuelo materno es andaluz), no le juzgo por no haber nacido en Catalunya, además es el tercer president de Catalunya nacido fuera de ésta. Aunque, ¿crees que sería posible que el presidente del gobierno español fuera catalán? Tengo mis dudas.

4.- El PP no ha ganado, el PP aquí es como si no existiera en las elecciones catalanas, sólo en las centrales. No obstante, tienes razón. Si el Tripartito2 da algun paso en falso, o "hacen ruido", tendrán una buena excusa para atacar el gobierno de Madrid.

5.- "Ningú no farà més pels catalans" es un eslogan que Jordi Pujol utilizó en las elecciones al Parlament catalán el 1984.

De momento, le doy un tiempo a Montilla para que demuestre lo que puede hacer como gestor, pero con un tripartito2, ahora llamado "entesa" (o sea, entendimiento mútuo) que no es del agrado de todos, veo claramente que próximamente veremos que segundas partes nunca fueron buenas

Esther del Campo dijo...

Tanto escribir sobre esto que se me ha olvidado (este tema es emocionante para mi). Sigue así, tu blog y tu punto de vista es toda una inspiración (también para mi trabajo sobre las elecciones para la uni :) )

saludos.

José Antonio Gil Celedonio dijo...

Me parecen muy correctos todos esos plantemientos, aunque ya opiné que la abstención ha hecho mucho más daño al PSC que a CIU, ya que si no no se entiende(tenemos que entender esta abstención en el actual sistema electoral y en las divisiones de circunscripciones) como un partido que ha perdido 90.000 votos resulta que gana 2 escaños...

Y sí creo que han perdido, aunque yo no interpreto la victoria o la derrota en términos puramente cuantitativos, sino en términos estratégicos: Aquí quien más pierde, sin duda, es el PSOE y la parte más centrada del PP. Pierde el PSOE porque, a no ser que hagan muchos malabarismos en el Congreso(cabe recordar que el portavoz del GPS ya no es Rubalcaba), ha cambiado 10 escaños de apoyo estable por de apoyo muy relativo. Y pierde la parte centrada del PP porque Piqué es una de las voces del grupo, y ha perdido 80.000 votos y un escaño.

Yo también espero que Montilla, como dice Gemma, sea mejor gestor que algunos oradores poco operantes y sumidos en una aventura personalista.

Ya sabes, opiniones para esos trabajos, las que quieras. :)