Celdrán es único.

Miguel Celdrán es mi alcalde. Es un señor único, dicharachero y vivaz. Crecido y educado políticamente durante el franquismo, como todo Buen Alcalde Extremeño (esa generación de jóvenes como Joaquín Hurtado, Saponi, y otros...), de vez en cuando suelta frases para la posteridad. De no ser porque las actas de los plenos no están en Internet (por lo que no puedo demostrar por estas vías nada de lo que dice in situ), más que probablemente me hubiera visto obligado a dedicarle muchas entradas de "Frases para la Memoria". Tantas casi como veces que abre la boca.

Resulta que Celdrán nos ha deleitado con una de sus nuevas sentencias solemnes (dignas de todo Pantócrator que se precie de serlo) en estas pasadas fiestas de guardar: Parece ser que ahora IU no debe estar en el ayuntamiento. Así lo suelta, sin anestesia ni preparación alguna, nuestro querido representante de la más genuína derechona extremeña, amante de bares, juicios a priori y lecciones de soberbia prepotencia.

Sosa no es digno de pisar su ayuntamiento, claro. Otras veces ha alabado al pequeño grupo de IU del ayuntamiento pacense(1 concejal), pero ahora, tan cerca de las elecciones, decide mostrar su talante de demócrata de toda la vida, juzgando a priori la actitud de todos los votantes pacenses, al establecer como por ordenanza divina que IU no es digna del honor que le otorgan los verdaderos jueces y responsables de su aparición en el Salón de Plenos, los ciudadanos y ciudadanas de Badajoz. Pero no, él ya no recuerda a la ciudadanía: Él, desde su poltrona en el Senado, se siente por encima del bien y del mal, de lo terreno y lo divino (sueldo, dietas y gastos de representación aparte), y sentencia ex cathedra olvidando las esencias más básicas de la democracia: El poder emana del Pueblo...

Pensar que este señor es el que es candidato a representarme, 12 años después de su llegada al sillón y quemado como él solo, me hace meditar sobre dos cuestiones: La primera es la lástima que da ver como Badajoz (mi ciudad de toda la vida) le queda tan grande. Y la segunda es, si cabe, aún más triste: Este señor es el único seguro electoral para el PP de la ciudad.

Le deseo suerte a IU, y una larga existencia en la corporación. Seguro que después de las elecciones Francisco Muñoz no menospreciará así la voluntad del pueblo, le toque gobierno u oposición.

PD: Y pensar que de pequeño me entrevisté con él...