5 de noviembre de 2006

Remordimientos Electorales en forma de "análisis".


Han pasado ya unos días desde las elecciones catalanas del 1 de Noviembre, que han resultado ser, bajo mi punto de vista(que no es más que uno de los muchos que circulan por la blogosfera), un "más de lo mismo" pero con sutiles gradaciones y excepciones. Y me explico.

Para empezar, una gran abstención, que significa, fundamentalmente, que la gente está cansada de la política, y que no se siente partícipe de ella. Y cuando alguien no se siente partícipe de algo es que se siente poco identificado con ese algo. Por ello creo que la democracia catalana se resiente desde la base: Los electores. Estos electores han decidido, en buena parte, abstenerse como castigo a TODA LA CLASE POLÍTICA en general, aún sabiendo que, por la actual Ley Electoral, la abstención castiga a unos más que a otros, y tiende a producirse más en sectores progresistas/izquierdistas que en ámbitos conservadores.Pero esa es otra cuestión que podremos tratar más adelante. Pero es que además de la abstención(en torno a un 43% del electorado), hay una cuestión curiosa de la que poca gente habla. Y no es otra que el incremento(en casi el doble o más) del voto en blanco y del voto nulo.

La tasa ha sido de 2'03% en el voto en blanco, y en 0'45% de voto nulo, que suman la friolera cantidad de 73.000 votos(aproximadamente), pocos sobre el porcentaje total, pero en una actitud creciente y curiosa, puesto que el voto en blanco es interpretable como la confianza de la gente en el sistema, pero no el los políticos que lo componen. Ahí está el dato y una interesante reflexión que ya hizo Saramago(el premio Nobel de literatura, no la excelente pintora) en su "Ensayo sobre la lucidez": ¿Y si llega el día en el que, con una participación similar a esta, buena parte del electorado abstencionista y parte del actual electorado que vota descontendo votasen en blanco? Hoy esta idea puede parecer política-ficción, pero una revolución desde entro(como muchas en la historia) es, sin duda alguna, lo más efectivo. Y en este caso, lo más atractivo y morboso, porque... ¿quién imagina las caras de nuestros políticos con un pocentaje de voto en blanco del 25 ó 30%?

2 comentarios:

Caty Cordero dijo...

El tema del voto en blanco es para dedicarle un post sólo para hablar de lo que significa...si es cierto toda la leyenda urbana que circula alrededor de esta forma de votar. La gente se cree(literalmente) que votar en blanco es exactamente lo mismo que no votar:y eso, aparte de demostrar una desidia increíble, demuestra también un desconocimiento absoluto del sistema democrático.También circula por ahí eso de "cuando votas en blanco, tus votos se van para el ganador"...en fin.

Luego está el tema de la abstención, que a mi parecer es cada vez más peligrosa. Mientras con el voto en blanco, como tan bien explicas, lo que expresas es estar a favor del sistema pero en contra de los que lo representan, con la abstención corremos un grave riesgo: poner en peligro el sistema democrático tal y como lo conocemos.La abstención es el termómetro más fiable a la hora de evaluar la salud de la democracia y no podemos volver la cara ante situaciones como las de Cataluña, donde el hecho de no ir a votar es algo a recalcar elección tras elección.

Pensemos y hagamos examen de conciencia.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Viniendo al hilo, encuentro adecuado, en vez de poner un comentario mío, transcribir uno que hizo un asiduo visitante a mi blog, y que, puede ser que muestre cierta lucidez:
Serther dijo...

"En otro orden de cosas, alguien debería proponer que, ya que el voto en blanco (que no la abstención) es tan válido como los demás, se considerara también a la hora de asignar escaños. Es decir, si los votos en blanco alcanzaran el número que asignara un escaño entonces éste debería quedar desierto, reflejando así la voluntad de los correspondientes votantes".