Si bien siempre he sido escéptico en tema de refranes populares y demás parafernalia tan castellana, esta semana he tenido la oportunidad de sorprenderme de lo lindo. Pero en estos momentos empiezo a pensar que el dicho aquel de "El tiempo pone todo en su sitio" se convierte en algo cierto.
Años después del proceso que metió en la cárcel a servidores del Estado del calibre de Rafael Vera (Secretario de Estado de Seguridad en momentos en los que la lucha contra ETA era sin tregua) y José Barrionuevo (Ministro de Interior), el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo estima su recurso y acepta que hubo parcialidad en el juicio y en la condena, y que no se estimó la necesaria presunción de inocencia que recoge el artículo 24.2 de nuestra Constitución Española. Sin entrar en valoraciones de índole jurídica (la sentencia del TS está por encima, jurídicamente, si bien el Tribunal de Estrasburgo es la máxima instancia en protección de los derechos humanos en Europa, y por tanto es de mayor calado moral y garantizador que nuestro TS). Lo que sí es una lástima es que llegue después del cumplimiento de su condena, y después de que la brunete mediática amarillenta de nuestro país los haya vilipendiado de esta forma. Suerte que algunos siempre creyeron en ellos.
Todo esto en la misma semana en que un nutrido grupo de personas celebrábamos el Día de Europa en la facultad, y hablábamos, entre otras cosas, de los Derechos Humanos en la Unión y las medidas que para su protección se hallan en el Tratado Constitucional Europeo. Qué cosas.
Años después del proceso que metió en la cárcel a servidores del Estado del calibre de Rafael Vera (Secretario de Estado de Seguridad en momentos en los que la lucha contra ETA era sin tregua) y José Barrionuevo (Ministro de Interior), el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo estima su recurso y acepta que hubo parcialidad en el juicio y en la condena, y que no se estimó la necesaria presunción de inocencia que recoge el artículo 24.2 de nuestra Constitución Española. Sin entrar en valoraciones de índole jurídica (la sentencia del TS está por encima, jurídicamente, si bien el Tribunal de Estrasburgo es la máxima instancia en protección de los derechos humanos en Europa, y por tanto es de mayor calado moral y garantizador que nuestro TS). Lo que sí es una lástima es que llegue después del cumplimiento de su condena, y después de que la brunete mediática amarillenta de nuestro país los haya vilipendiado de esta forma. Suerte que algunos siempre creyeron en ellos.
Todo esto en la misma semana en que un nutrido grupo de personas celebrábamos el Día de Europa en la facultad, y hablábamos, entre otras cosas, de los Derechos Humanos en la Unión y las medidas que para su protección se hallan en el Tratado Constitucional Europeo. Qué cosas.