4 de enero de 2007

Popular


Esto no es lo que parece, no. No voy a hablar de lo que parecería lógico en estos momentos. Ni del Partido Popular ni de Popular TV ni de nada que se le asemeje, al menos no en primer momento. Al contrario de lo que piensan ciertos lectores de este blog, para mí hay más temas, y el vocablo "popular" me sugiere más cosas que un partido político de dudoso centrismo.

Porque "Popular" es una serie de televisión que se cruzó en un zapping de mi vida hace ya tiempo, y que me gustó bastante por el interesante planteamiento que contiene, ya que si bien el objeto a tratar no es nada original (adolescentes americanos de toda especie que conviven en un instituto puramente americano), sí lo es la desequilibrada mentalidad de la mayoría de los personajes y lo ridículo de muchos de los planteamientos, siempre con mucho humor irónico de por medio.
Popular, tal y como la entiendo yo, no es más que una soberbia crítica de la sociedad media-alta americana realizada a través de un sublime "invento" de nuestro gran autor Ramón María del Valle-Inclán: El Esperpento.
La serie es toda una caricatura de esa adolescencia que siempre nos han querido vender las series americanas. Así pues, esta serie sería a otras del estilo lo que El Quijote a la novela de caballería de la época(salvando las distancias). Desde principio a fin, los personajes estereotipados (no faltan la jefa rubia de las animadoras, ni el chicho guapo capitán del equipo de rugby, ni la femme fatal, ni la morena inteligente que rivaliza con la animadora el amor del rubito capitán, ni el chico al que todos consideran gay, ni la alumna marginada friki, ni la chica multiétnica que siempre combate las injusticias) se enfrentan a situaciones recurrentes de la vida en pubertad, siempre con un humor peculiar y con mucha ironía, ridiculizando y haciendo estrambóticas las situaciones hasta más no poder: Juicios populares entre el grupo guay y el grupo de los inteligentes, la guarida secreta del club de ajedrez, las pruebas al equipo de animadoras, las polémicas noticias del periódico del centro... Todas estas cuestiones aderezadas con enseñanzas "morales" escondidas y bajo la "mirada"de la directora del centro, que, para colmo de males, es ciega (todo un símbolo de lo que debería ser un cargo como ese...).
La serie es, desde mi punto de vista, todo un tributo a la crítica mordaz y ácida y una genial forma de reirse de uno mismo(la comencé a ver cuando era adolescente), además de nuestra americanizada sociedad. Altamente recomendable, sé que la siguen emitiendo...

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