Quiero continuar con esta serie de análisis sobre las últimas elecciones de nuestro país con la mirada indiscreta hacia ese fenómeno político renovador que es UPyD. No es renovador en lo ideológico, puesto que su difuso programa apenas parece encontrar más nexos de unión que un centralismo cargado de vocabulario nacionalista hispánico. Para mí es renovador porque está introduciéndose poco a poco en la vida política de nuestro país, y ha comenzado un despegue del que, aun con los pocos elementos de análisis certero de que disponemos, parece ser sólido.
Así lo avala la gran capacidad de movilización del votante propio y el excelente crecimiento: Frente a los 300.000 votos que sacó en las Generales de 2008, y a pesar de un descenso de la participación de 30 puntos porcentuales, ha aumentado su caudal de votos en 180.000 en apenas un año de existencia.
¿Por qué tamaño éxito? Porque han sabido construir un discurso más o menos atractivo para, especialmente, descontentos con los partidos actuales y votantes de la esfera del centro-derecha, si bien es evidente que ha rascado parte del voto socialista. La demostración, lejos de ser absolutamente certera, se basa en una idea que llevo barajando cierto tiempo: La mayor cantidad de votos que obtiene UPyD salen de enclaves escorados a la derecha política y sociológica. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid. Y, dentro de ella, especialmente en zonas de renta elevada y en lugares en que la derecha campa a sus anchas. Esclarecedores son los apoyos que obtiene en municipios genuinamente de derechas, como Pozuelo de Alarcón (9'89% de los votos), Majadahonda(10'43%), Las Rozas (11'73%) o Boadilla (10'67%). Frente a estos abultados resultados, municipios del Cinturón Rojo como Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés o San Fernando de Henares no obtienen en ningún caso más del 6%.
Estos excelentes resultados en la Comunidad de Madrid, a pesar de las diferencias municipales, hacen de esta región un lugar fundamental para el despegue del partido, ya que, habida cuenta de nuestra legislación electoral, y pensando que estos votos recibidos con una participación en la CAM del 51% pueden incrementarse con una permanente campaña en la zona (los tres cargos institucionales del partido han de patearse Madrid si desean crecer), superan con creces lo necesario para obtener una sustancial representación en muy diferentes ayuntamientos (capital incluída) y en la Asamblea. Un campo de trabajo espectacular, habida cuenta de lo positivo para los pequeños partidos del tamaño electoral de la circunscripción madrileña, al menos en lo que a elecciones autonómicas y municipales se refiere (las elecciones generales son otro cantar).
Pero la dependencia de Madrid (que hace que analistas tan finos como Roger Senserrich o Geógrafo Subjetivo hablen de partido nacionalista madrileño) es, a la vez, una garantía de leve éxito pero una atadura: Los resultados en el resto de España se diluyen por el tamaño de la circunscripción electoral, lo que vetaría la entrada en parlamentos regionales como el de Castilla y León o el de la Comunidad Valenciana de no mejorar mucho los resultados, dadas las leyes electorales que rigen dichas elecciones. Además, y pensando en el discurso político de Rosa Díez, la soflama queda bien en el centro para el que se pide el pan y la sal, pero se va diluyendo conforme la distancia se incrementa. Así lo atestiguan los resultados en Andalucía (donde se encuentran un par de la circunscripciones donde algo se podría sacar), Galicia, País Vasco (a pesar del escaño de Álava), Extremadura, Canarias y, desde luego, Cataluña.
Además, y por si fuera poco, el comportamiento del voto en País Vasco y Galicia ha modificado su trayectoria sensiblemente en los diferentes procesos electorales: Si en España el voto ha crecido a pesar de la participación baja, en ambas comunidades ha obtenido mucho menos apoyo del que obtuvo en las recientes autonómicas: En Galicia, pasó de 9.776 votos en 2008 a 23.796 en las autonómicas, para descender a 14.019 votos el pasado día 7. Ello nos puede hacer pensar que puede que haya ciertas CCAA donde ya se han aproximado al techo electoral, al contrario de lo que ha ocurrido en Madrid.
¿Cuál es mi pronóstico? UPyD, de no morir de éxito durante estos dos años, puede convertirse en una poderosa fuerza electoral local en las dos Castillas, Madrid y diferentes ciudades españolas (buena parte de las capitales de provincia), e irrumpirá, seguro, con Grupo Parlamentario propio en la Asamblea de Madrid, y, con esfuerzo, en las Cortes Valencianas, así como en el Parlamento Andaluz y, con mucha suerte y esfuerzo, en las de Castilla y León por León o Valladolid. Siendo optimista, claro, y pensando que habrá posibilidad de encontrar buenos candidatos para la alcaldía de Madrid y la presidencia de la CAM.
Además, habrá que ver cómo consigue UPyD acercarse a partidos centristas e independientes poco definidos locales que moran en multitud de municipios, que pueden suponer una estructura básica fundamental y un aporte considerable de voto. Los Centristas de Majadahonda, Foro Ciudadano de Cáceres o BT en Badajoz son muestras de ello.
Pero UPyD se ha consagrado. Le costará expandirse en el Congreso de los Diputados a medio plazo, pero, si sabe seguir siendo un partido ideológicamente basado en la indefinición y en la crítica al Gobierno y que lanza mensajes claros a buena parte de la ciudadanía, podrá dotarse de una interesante plataforma territorial que le permita crecer a medio plazo. Aunque habrá que ver como aplica esa "regeneración democrática" a un partido que comienza a llenarse de cuadros políticos con sus ambiciones, sus intereses y, sobre todo, su disparidad de ideologías.
Así lo avala la gran capacidad de movilización del votante propio y el excelente crecimiento: Frente a los 300.000 votos que sacó en las Generales de 2008, y a pesar de un descenso de la participación de 30 puntos porcentuales, ha aumentado su caudal de votos en 180.000 en apenas un año de existencia.
¿Por qué tamaño éxito? Porque han sabido construir un discurso más o menos atractivo para, especialmente, descontentos con los partidos actuales y votantes de la esfera del centro-derecha, si bien es evidente que ha rascado parte del voto socialista. La demostración, lejos de ser absolutamente certera, se basa en una idea que llevo barajando cierto tiempo: La mayor cantidad de votos que obtiene UPyD salen de enclaves escorados a la derecha política y sociológica. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid. Y, dentro de ella, especialmente en zonas de renta elevada y en lugares en que la derecha campa a sus anchas. Esclarecedores son los apoyos que obtiene en municipios genuinamente de derechas, como Pozuelo de Alarcón (9'89% de los votos), Majadahonda(10'43%), Las Rozas (11'73%) o Boadilla (10'67%). Frente a estos abultados resultados, municipios del Cinturón Rojo como Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés o San Fernando de Henares no obtienen en ningún caso más del 6%.
Estos excelentes resultados en la Comunidad de Madrid, a pesar de las diferencias municipales, hacen de esta región un lugar fundamental para el despegue del partido, ya que, habida cuenta de nuestra legislación electoral, y pensando que estos votos recibidos con una participación en la CAM del 51% pueden incrementarse con una permanente campaña en la zona (los tres cargos institucionales del partido han de patearse Madrid si desean crecer), superan con creces lo necesario para obtener una sustancial representación en muy diferentes ayuntamientos (capital incluída) y en la Asamblea. Un campo de trabajo espectacular, habida cuenta de lo positivo para los pequeños partidos del tamaño electoral de la circunscripción madrileña, al menos en lo que a elecciones autonómicas y municipales se refiere (las elecciones generales son otro cantar).
Pero la dependencia de Madrid (que hace que analistas tan finos como Roger Senserrich o Geógrafo Subjetivo hablen de partido nacionalista madrileño) es, a la vez, una garantía de leve éxito pero una atadura: Los resultados en el resto de España se diluyen por el tamaño de la circunscripción electoral, lo que vetaría la entrada en parlamentos regionales como el de Castilla y León o el de la Comunidad Valenciana de no mejorar mucho los resultados, dadas las leyes electorales que rigen dichas elecciones. Además, y pensando en el discurso político de Rosa Díez, la soflama queda bien en el centro para el que se pide el pan y la sal, pero se va diluyendo conforme la distancia se incrementa. Así lo atestiguan los resultados en Andalucía (donde se encuentran un par de la circunscripciones donde algo se podría sacar), Galicia, País Vasco (a pesar del escaño de Álava), Extremadura, Canarias y, desde luego, Cataluña.
Además, y por si fuera poco, el comportamiento del voto en País Vasco y Galicia ha modificado su trayectoria sensiblemente en los diferentes procesos electorales: Si en España el voto ha crecido a pesar de la participación baja, en ambas comunidades ha obtenido mucho menos apoyo del que obtuvo en las recientes autonómicas: En Galicia, pasó de 9.776 votos en 2008 a 23.796 en las autonómicas, para descender a 14.019 votos el pasado día 7. Ello nos puede hacer pensar que puede que haya ciertas CCAA donde ya se han aproximado al techo electoral, al contrario de lo que ha ocurrido en Madrid.
¿Cuál es mi pronóstico? UPyD, de no morir de éxito durante estos dos años, puede convertirse en una poderosa fuerza electoral local en las dos Castillas, Madrid y diferentes ciudades españolas (buena parte de las capitales de provincia), e irrumpirá, seguro, con Grupo Parlamentario propio en la Asamblea de Madrid, y, con esfuerzo, en las Cortes Valencianas, así como en el Parlamento Andaluz y, con mucha suerte y esfuerzo, en las de Castilla y León por León o Valladolid. Siendo optimista, claro, y pensando que habrá posibilidad de encontrar buenos candidatos para la alcaldía de Madrid y la presidencia de la CAM.
Además, habrá que ver cómo consigue UPyD acercarse a partidos centristas e independientes poco definidos locales que moran en multitud de municipios, que pueden suponer una estructura básica fundamental y un aporte considerable de voto. Los Centristas de Majadahonda, Foro Ciudadano de Cáceres o BT en Badajoz son muestras de ello.
Pero UPyD se ha consagrado. Le costará expandirse en el Congreso de los Diputados a medio plazo, pero, si sabe seguir siendo un partido ideológicamente basado en la indefinición y en la crítica al Gobierno y que lanza mensajes claros a buena parte de la ciudadanía, podrá dotarse de una interesante plataforma territorial que le permita crecer a medio plazo. Aunque habrá que ver como aplica esa "regeneración democrática" a un partido que comienza a llenarse de cuadros políticos con sus ambiciones, sus intereses y, sobre todo, su disparidad de ideologías.
12 comentarios:
La verdadera consagración llegará en las municipales y autonómicas de 2011, cuando superen el millón de votos y se conviertan, ya sin "casis", en la tercera fuerza política nacional.
Algo que no debe sorprendernos, porque el ejemplo del CDS planea en nuestro espectro electoral.
Pero el ejemplo del CDS no es comparable. En todo caso, tengo la impresión de que, incluso con legislaciones electorales muy polarizadas, el bipartidismo nunca es total en la política europea contemporánea, por ser incapaz de estructurar el plurarismo político tal y como lo entendemos por aquí. Creo que los que más pueden explicar este fenómeno son los entendidos en marketing, porque de muy pocas cosas hay dos marcas, y es que a la gente le gusta elegir, y para ello necesitan tener donde elegir.
Lo peculiar de este intento de ruptura del bipartidismo es que no se pretende hacer ni por los extremos ideológicos ni por los nacionalismos, sino por una especie de partitofobia españolista y ciudadanista, que no tiene precedentes, creo.
Hola amigo:
Pienso que UPyD clarificará el espacio político de centro liberal que actualmente se agrupa mayoritariamente en el PP y en otras opciones nacionalistas de centro derecha y reformistas, esas mismas que impulsaron el PRD en Catalunya y en el resto de España hace ya algunos años.
A lo mejor resulta curioso ver como, a lo mejor, en Catalunya y en el País Vasco se vota en las autonómicas CiU y PNV y en las generales a UPyD. Ideológicamente no son muy distantes, únicamente las separa su nacionalismo.
La cuestión es que es un proceso interesante que tendrá representación en todas las capitales de provincia y en la mayoría de los parlamentos de CC.AA. tras los próximos comicios.
En las generales incrementará su representación, ahí se la juega. Puede cometer los mismos errores que el CDS y terminar en la nada. Esperemos que marque distancias con el PP y acerque posiciones con el PSOE. Pues el hueco que queda por cubrir es el del centro derecha reformista que ahora ocupa, ilegítimamente y en buena parte el PP. Al PP le sobran de 12 a 15 diputados que debería tener UPyD.
Recibe un abrazote amigo.
Javier:
Sin ánimo de polemizar de forma gratuita, no estoy en absoluto de acuerdo con lo que propones. Con prácticamente nada.
1-Que UPyD tenga ambición de ser partido bisagra y/o convertirse en la tercera fuerza política nacional no la convierte en un partido de centro. Es una idea absurda, en tanto para asipirar a ser tercera fuerza hay otros ejes además del izquierda-derecha. Que se lo digan a los nacionalistas, por ejemplo.
Tener una idea considerada de izquierdas (apoyar la laicidad) y otra considerada de derechas (apoyar la cadena perpetua) no lo hace a uno de centro.
2-Es ideológicamente improbabilísimo que UPyD se consolide como primera fuerza en las generales en Cataluña y el País Vasco. De hecho, es en los lugares donde menos votado es, y precisamente por su centralismo, materializado en el retorno de competencias al estado, la petición de abolición de los fueros y la pátina nacionalista que cubre el discurso de su lideresa. Y es que esa diferencia es un abismo ideológico, al margen de otras, que también las tienen (PNV y buena parte de CIU son conservadores, UPyD no).Patinas, patinas.
3- No creo que al PP le sobren o le falten escaños desde una óptica ideológica. Como el PSOE, es un partido amplio que obtiene un considerable apoyo en todos los lugares menos los antes mencionados, y el trasvase de votos tenía que ser fortísimo para que UPyD pudiese obtener esos escaños que, sin pruebas ni razonamiento, dices que le corresponderían por su situación en el eje ideológico.
4- UPyD lo tiene realmente difícil entrar en la mayoría de las Cámaras Autonómicas, por las barreras electorales que las leyes permiten. En la C. Valenciana, un lugar donde tienen ciertas posibilidades, para entrar al recuento han de tener un 5% del total de la Comunidad Valenciana (y en las últimas tuvieron un 2'14%).Superado este umbral, tendrían alguna posibilidad de conseguir algún escaño en la provincia de Valencia, y con suerte, porque el grandísimo caudal de voto de los dos partidos principales imposibilita la opción a priori.
En las dos Castillas,lugares donde tendrían posibilidades (especialmente en CyL), el tamaño reducido de las circunscripciones impediría, a priori, que, aún superando el 3% que piden por provincia, llegasen a obtener representación.
El único sitio donde veo claro que puedan obtener representación es en la Comunidad de Madrid (donde la tendrán, y con GP propio) y en el Parlamento de Andalucía, en las provincias más grandes.
No hay que confundir la realidad con el deseo.
Hola José Antonio:
Tras los próximos comicios municipales y autonómicos comparamos nuestros respectivos análisis con la realidad que acontezca y vemos quién se acerca más en sus pronósticos.
La ciudadanía, a veces, es algo irracional y termina haciendo lo razonable.
Rosa terminará adecuando su discurso y limando las aristas. No es lo mismo emerger que mantenerse a flote. Para lo primero se necesita un discurso, para lo segundo otro bastante diferente.
En Catalunya los votos del Partido de la Ciudadanía se le irán trasladando progresivamente a UPyD.
Además, en Galicia le ha faltado muy poco a UPyD para obtener representación; en cuando aparezca como opción sólida a nivel nacional arrastrará esos votos que le faltan; lo mismo para el resto de parlamentos regionales. En Extremadura creo que tendrán, al menos, un diputado en las próximas; a partir de ahí la consolidación. Un partido político depende más de lo que hace que de lo mal que lo hacen los demás.
No obstante, como digo, tras las próximas elecciones comparamos predicciones con resultados. Si UPyD no se desinfla seguiré pensando lo mismo; dependen de ellos mismos.
Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.
Repito: No quiero polemizar, pero voy a responder tu último mensaje, y vuelvo a decir que no estoy casi en nada de acuerdo con él, compañero Caso.
En primer lugar, en Galicia, en las autonómicas de 2009, estuvieron no lejos, sino LEJÍSIMOS de obtener algún escaño por alguna de sus circunscripciones: La Ley Electoral marca un 5% por cada provincia, y ni siquiera en la más votada superó un 2%. Y ni siquiera superando el 5% hubiesen obtenido representación salvo en La Coruña, y de forma dudosa. Por tanto, lo que dices demuestra ser incierto.
Por otro lado,no he negado en ningún momento el acceso de UPyD a multitud de capitales de provincia,especialmente en las que ahora sólo hay dos o tres partidos. Y arriesgo: Seguro que en Badajoz y Cáceres obtienen representación si siguen creciendo. Ahora, de ahí a poder llegar a la Asamblea de Extremadura, hay mucha distancia, por la barrera electoral y el tamaño de la circunscripción. Lo tienen teóricamente más fácil en Cáceres que en Badajoz, pero lo veo muy improbable dado el nivel de voto cosechado en las dos elecciones en las que jugaban.
En tercer lugar, el voto a C's se ha diluído por sí solo, sin recalar en UPyD, vistos los datos. Lo que tú tienes no es más que una ligera impresión que puede ocurrir o no.
Yo intento sistematizar y analizar viendo las variables.Estoy dispuesto a comparar, pero tú no has analizado, has lanzado impresiones que no tienen basamento de ningún orden.
Lo demás son meras opiniones, no voy a rebatirlas.
Para las próximas generales las provincias en las que UPyD tiene más posibilidades a priori de obtener un diputado son las siguientes:
Madrid (3%)
Barcelona (3,5%)
Valencia (6,5%)
Sevilla (8,5%)
Alicante (8,5%)
Málaga (10%)
Murcia (10%)
Cádiz (11,5%)
La Coruña (12,5%)
Asturias (12,5%)
Baleares (12,5%)
Las Palmas (12,5%)
Vizcaya (12,5%)
Entre paréntesis aparece el mínimo porcentaje de voto aproximado que debería obtener para entrar en el reparto de escaños. Para otras provincias fuera de esas el porcentaje de voto requerido es tan alto que es prácticamente imposible.
Al margen del escaño por Madrid y de ganar alguno más en esa circuncripción, donde más cerca está de alcanzar escaño es en Barcelona, en Sevilla y en Valencia. Pero ni siquiera doblando sus porcentajes de voto actuales, los obtenidos en la elecciones europeas, lo conseguiría.
Falta mucho tiempo para la generales y habrá que ver como evoluciona el apoyo a este partido sobre todo tras las municipales y autonómicas de 2011, pero ahora mismo están muy muy lejos de obtener más allá de 2 ó 3 escaños a nivel nacional.
Analizando los resultados de UPyD y haciendo una proyección para las próximas elecciones autonómicas se puede ver que con los datos actuales estarían dentro de los parlamentos de Madrid y de Aragón (entrando por la provincia de Zaragoza).
Se quedaría cerca en Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra, Sevilla, Valladolid y Baleares a poco que subiera en porcentaje de voto.
Y más lejos quedarían Barcelona, Burgos, Alicante, Cádiz, Huesca, León, Málaga y Valencia.
Otras posibilidades de momento quedarían descartadas.
Queridos blogeros, la principal cuestion que se puede plantear es el siguiente ¿A qué electores va a convencer UPyD? ¿Más del PP o más del PSOE? Si la respuesta es la segunda es cuando tendremos un problema.
¿Si se convierte en la tercera fuerza política nacional se habrá equivocado nuestro querido PSOE y por supuesto el PP al menospreciarlo y decir que el la aventura de Rosa Díez se quedaría en una simple anecdota política?
Hola amigo:
Pepe hace un buen análisis, seguro que a partir de ahí se les abrirá mucho campo por delante.
No obstante, desde la subjetividad de mis opiniones (sólo se que no se nada), percibo que la ciudadanía tiene una forma un tanto extraña de votar, primero se prueba; si no se generan resultados se abandona la opción; pero si más ciudadanos se animan y la cosa pita, en próximas convocatorias se produce un efecto dominó que lleva a más de lo que en un principio se esperaba.
Además, como coinciden muchos analistas de la realidad política (el último en hacerlo Barranco) UPyD está aprovechando y bien el que ciertos sectores de la sociedad se encuentren huérfanos en cuanto a representación política.
Hoy subo a mi blog un extracto de una entrevista realizada a Rosa. Lo hago para descubrir quienes son los de UPyD y a qué aspiran.
Recibe un abrazote amigo.
Interesante debate el que aparece en estas páginas: comparto lo que dice Celedonio de que una idea de derechas sumada a una de izquierdas no da una de centro. Y es el que el centro no es una posición política, salvo en sentido táctico. Es decir o se es de extrema derecha, o de derecha, o de izquierda o de extrema izquierda... simplificando mucho claro. El centro es un lugar al que se va a buscar votos, no un lugar ideológico.
También quiero decir que el CDS triunfó, no fracasó, pero no quiero entrar mucho en un asunto que muchos lectores ni siquiera conocen. Conseguir si no recuerdo mal 27 diputados con nuestro sistema electoral es espectacular.
Y luego sobre UPyD quiero subrayar que, si aceptamos la importancia del marketing para conseguir éxito político (votos, y no sólo), me permito opinar que el de UPYd es bastante bueno, y que si lo mejora, como parece que ocurrirá cuando incremente su presencia institucional, debido a tener más medios económicos, no sabemos dónde puede llegar, para lo que depende de cómo de mal lo hagan al respecto los dos grandes partidos.
Como autocrítica, quiero añadir que el marketing tampoco lo puede todo, como lo demuestra el fracaso electoral del Partido Reformista en las elecciones, si no recuerdo mal, de 1986.
Muy interesante el debate, os felicito.
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